Respondiendo
a Galeano:
Huayrachinas
Por
Edgar Jorge Rodríguez Alánez
Las vetas de plata no
son sólo de Porco, es también Potosí, corren como viento hasta España, la plata
manchada de sangre se revuelve.
Un puente fue
levantado en una noche, un puente de piedra donde yace el Diablo trabajando
hasta la madrugada, un Arcangel parado en la última piedra hasta el Sol, rompe
el pacto. Hay camino. Por ese puente vuelve el indio hecho rico en Potosí.
Reclama la doncella y paga con plata de Potosí.
Los indios son
ingenieros, los indios son tratados como igual, los indios también son verdugos
de indios y por un instante piensan reponer su reino con trabajo y “llunquerio”.
La maldición cae en ellos y la plata se oculta por primera vez.
Vienen de España para
crear la mita, vienen de la Nueva España para apagar las huayrachinas. Las huayrachinas
son hornos que arden con el viento, por entre los agujeros lenguas de fuego, de
estas huayrachinas salen piñas, piñas de plata.
Las huayrachinas han
caído y caído también los “indios” que creían haber repuestos su linaje y su
reino blanqueando su alma, han caído y son tan indios como cualquier indio.
Todavía azotaran, todavía tomaran en sus manos la vida de indios.
Así Bolivia vendida
por un indio, en estos días se escucha la maldición: otros dueños tienen esta
riqueza.
Nota.- Leer crónicas
españolas de la colonia, leer a Brocha Gorda y la prensa del último año en
Bolivia.
Oruro, 23 de
febrero de 2016
Edgar
Jorge Rodríguez Alánez
CI
3081317
Telf.
52 41924
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