Pachajca a la pachata minera
Por Edgar Jorge Rodríguez Alánez
La
historia tiene ojos que no quieren ver. La ignorancia al entrar es supina, no
tanto por no saber lo que se debe hacer, sino por el lenguaje. Los primerizos
mineros sean los que sean, deben aprender la cultura minera.
A
la pregunta si sabía cuántas “pachatas” explotaríamos, me quede callado, ¿el
tonelaje?, fue mi respuesta. Los que planifican tienen su propia terminología aunque
no lo digan los planos donde se detalla tonelaje y ley.
La
“pachata” es una porción de material mineralizado, con tonelaje y ley
determinado, sea que la explotación sea intensiva, en los planos estas cambian de color, los
cuadraditos son colores, lo que dice cada cuadradito a los mineros es de donde
a donde y cual en que semana o mes se explotará.
Los
incas en estas tierras tenían una organización social admirable, tenían las
mismas desigualdades de las que se acusa a las sociedades modernas e impusieron
la misma en lo que hoy es Bolivia.
El
trabajo repartido por edades se parece a la organización empresarial más
avanzada de hoy, los viejos en control de la planificación, los que tienen
menos de cincuenta pero alcanzan a 25, son los que hacen caminar la sociedad,
los de menos edades dedicados al aprendizaje de lo que llamaríamos profesiones
y oficios. Los viejos más viejos podían o no trabajar y era imprescindible
consultar lo viejo para lo nuevo.
La
base de las instituciones estaba en el “pachaj” cuya cabeza “llajtacamayoj” regía el espacio geográfico
donde se encontraban asentadas cien familias. Del “pachaj” para arriba sus
denominaciones denotaban cuantas veces “pachaj” y cuantos de “llajta”
La
unidad institucional daba cuenta de una distribución, cuyo funcionamiento no
podía exceder ni faltar lo fijado por
ley, esté era el espíritu de cada “pachajca”
Al
iniciar la explotación minera en la colonia, en su planificación y explotación,
estaba a cargo de los nativos, estos aplicaron por analogía el sistema de su
vivencia.
Por
demás está decir que la palabra “pachata” proviene de “pachajca” es decir una
medida, tal y cual son los cuadraditos de colores para cada semana o mes planificados
para la explotación en mina, estos son vistos en los planos mineros.
Los
maestros perforistas no sabrán cuanto de tonelaje pero en la medición sabrán
con seguridad que, cual y cuantas “pachatas” se explotaron en su labor.
Por
si olvido detalles en lo que digo, pase y disculpe el atrevimiento. Chingar
estas palabras del vocabulario es chingarse uno mismo, a pesar de los doctos
pinches. ¿y el maíz morirá? Claro que …..
Nota.-
Para los leídos e iniciados pueden leer los libros de los cronistas, para los
más o menos iniciados, historia de la colonia y algunos libros de D.R. Paredes.
Otros muchos de colores, leerán tan solo la historia que falsean manuales de
colegio y colgadas en la web por ellos. Lo otro tendrán que consultar a los que
trabajan en mina.
Nota
2.- Recalcar “chingar” es palabra boliviana que viene de “chincasca”
Oruro,
20 de febrero de 2016
Edgar
Jorge Rodríguez Alánez
CI.:
3081317 – Or.
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