Por Edgar Jorge Rodríguez Alánez

lunes, 22 de febrero de 2016

Pachajca a la pachata minera



Pachajca a la pachata minera
Por Edgar Jorge Rodríguez Alánez
La historia tiene ojos que no quieren ver. La ignorancia al entrar es supina, no tanto por no saber lo que se debe hacer, sino por el lenguaje. Los primerizos mineros sean los que sean, deben aprender la cultura minera.
A la pregunta si sabía cuántas “pachatas” explotaríamos, me quede callado, ¿el tonelaje?, fue mi respuesta. Los que planifican tienen su propia terminología aunque no lo digan los planos donde se detalla tonelaje y ley.
La “pachata” es una porción de material mineralizado, con tonelaje y ley determinado, sea que la explotación sea intensiva,  en los planos estas cambian de color, los cuadraditos son colores, lo que dice cada cuadradito a los mineros es de donde a donde y cual en que semana o mes se explotará.
Los incas en estas tierras tenían una organización social admirable, tenían las mismas desigualdades de las que se acusa a las sociedades modernas e impusieron la misma en lo que hoy es Bolivia.
El trabajo repartido por edades se parece a la organización empresarial más avanzada de hoy, los viejos en control de la planificación, los que tienen menos de cincuenta pero alcanzan a 25, son los que hacen caminar la sociedad, los de menos edades dedicados al aprendizaje de lo que llamaríamos profesiones y oficios. Los viejos más viejos podían o no trabajar y era imprescindible consultar lo viejo para lo nuevo.
La base de las instituciones estaba en el “pachaj” cuya cabeza  “llajtacamayoj” regía el espacio geográfico donde se encontraban asentadas cien familias. Del “pachaj” para arriba sus denominaciones denotaban cuantas veces “pachaj” y cuantos de “llajta”
La unidad institucional daba cuenta de una distribución, cuyo funcionamiento no podía exceder ni  faltar lo fijado por ley, esté era el espíritu de cada “pachajca”
Al iniciar la explotación minera en la colonia, en su planificación y explotación, estaba a cargo de los nativos, estos aplicaron por analogía el sistema de su vivencia.
Por demás está decir que la palabra “pachata” proviene de “pachajca” es decir una medida, tal y cual son los cuadraditos de colores para cada semana o mes planificados para la explotación en mina, estos son vistos en los planos mineros.
Los maestros perforistas no sabrán cuanto de tonelaje pero en la medición sabrán con seguridad que, cual y cuantas “pachatas” se explotaron en su labor.
Por si olvido detalles en lo que digo, pase y disculpe el atrevimiento. Chingar estas palabras del vocabulario es chingarse uno mismo, a pesar de los doctos pinches. ¿y el maíz morirá? Claro que …..
Nota.- Para los leídos e iniciados pueden leer los libros de los cronistas, para los más o menos iniciados, historia de la colonia y algunos libros de D.R. Paredes. Otros muchos de colores, leerán tan solo la historia que falsean manuales de colegio y colgadas en la web por ellos. Lo otro tendrán que consultar a los que trabajan en mina.
Nota 2.- Recalcar “chingar” es palabra boliviana que viene de “chincasca”
Oruro, 20 de febrero de 2016

Edgar Jorge Rodríguez Alánez
CI.: 3081317 – Or.

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