Por Edgar Jorge Rodríguez Alánez

lunes, 25 de enero de 2016

Ingenieros capataces y científicos de overol



Ingenieros capataces y científicos de overol
Por Edgar Jorge Rodríguez Alánez[*]


Los mineros en corrillos, en las labores hablaban de quién y a quién le correspondía el ser “mayordomo”, la actividades de entrenamiento y capacitación lo determinarían, sin embargo de ello este puesto enteramente “indio” enteramente ligado al liderazgo de la comunidad con que convivía la empresa. Este liderazgo está íntimamente ligado a la estructura y composición de las comunidades agrícolas y su interacción con el estado desde los tiempos pre coloniales. El nuevo mayordomo no provenía de la cultura minera como los anteriores, cuyo liderazgo en mina no se discutía, estos nuevos reproducían prácticas antiquísimas, en un nuevo contingente de mineros salidos de una comunidad agrícola Hampaturi.
El termino mayordomo proviene de la colonia, los mayordomos estaban encargados de la contabilidad de la producción minera, de cuanto mineral salía de la mina y en  qué lugar de la cancha mina se depositaba cada “stock”. o “montón”. El mayordomo estaba encargado de la planificación de la explotación, de que lugares se explotaría y de que lugares no, hasta no hace poco dirían de la voladura de tal o cual pachata en interior mina.
El mayordomo estaba encargado del personal de la mita y el apoyo de aquellos de que no eran. De seguro también sabía de quienes eran indios de faltriquera. El mayordomo era “indio”.
La explotación y planificación de la mina estaba en manos de los indios, a excepción de la seguridad industrial y la seguridad estructural de la mina, donde existían oficiales españoles en el control y mando de este segmento de la labor minera. El mayordomo empezó por perder su especialización de trabajo con la primera crisis minera durante el siglo XVI, de donde nace la mita y se pierden la huarachinas. A este mayordomo se le había relegado al control de los mitayos indios y sus cupos dentro de la extracción minera. En la refinación del mineral no existen ya los “indios” sino como base de la mano de obra.
Con las posteriores crisis, las labores ingenieriles de la explotación y planificación minera son encargados a los criollos y los que a la postre serían los bolivianos. Sin embargo de ello, la investigación y el desarrollo de la industria minera no estaba ya en manos de los españoles, la fluidez de tecnología durante el siglo XVI entre la minería de la Nueva España y la Madre Patria había cambiado con las crisis. La investigación y el desarrollo de la minería se llevaban a cabo por extranjeros y por ingenieros venidos allende el charco.
Las últimas reformas introducidas en la minería durante las tres últimas décadas de la colonia constituían apenas un alivio a la forma administrativa de llevar a cabo la industria minera en lo que hoy es Bolivia. Estos últimos intentos de desarrollo minero tanto en la producción de los ingenios como en la misma mina, constituyen lo que perdura hasta más allá de la República. Requerimientos tales como el drenaje de agua y ventilación han sido sistemáticamente olvidados hasta ser insostenible la explotación. Los “repasiris” son puestos en evidencia por el maltrato, la contaminación y la baja productividad de los ingenios es el mal que aqueja para que Potosí no sea más.
Nuevamente el desarrollo de las reformas se hallan en manos de científicos alemanes: la expedición de Nordenflicht. Estos ingenieros y obreros, aseguraban de la negligencia de la explotación en la que está sumida Potosí. Anota Helms en su diario: “más irregularmente, como si fuera con el propósito de pillaje”.
En el procesamiento de la mena, lo propuesto por los alemanes ha sido desechado, cabe aquí indicar que de seguir en la porfía los beneficios para la industria como para el medio ambiente boliviano. Finalmente  lo escrito sobre los oficiales de la industria minera por Helms es lapidario y lo peor que todavía hasta hoy es el acuse a la industria minera. “…están dotados de tan escasa habilidad para ejercer funciones oficiales, que en Europa no se les consideraría dignos ni siquiera de ser operarios comunes y menos …”
A principios del año 2000, cuando me preguntaban sobre la explotación de la mina Huanuni respondería tanto a modo de broma como de certidumbre que los planos de Huanuni se parecían a “arbolitos de navidad” por lo intricado de su explotación que se asemejaba a un bosque tan ramificado donde cabe lo dicho por los alemanes. Si esto pasa en una de las minas estatales pasadas a manos privadas y vuelta a lo estatal, casi en los mismos cánones pasaba en la minería privada, tanto formal como en la cooperativista que por los nuevos rumbos políticos, ha sido insuflada por los mineros chicos que han migrado a la cooperativa.
Los mayordomos son llamados “jefes de punta”, mineros que han pasado por todas las labores de minería, esto es bomberos, carreros, ayudantes y maestros perforistas. Los mayordomos están dejando el puesto a los iniciados, a los ingenieros salidos de la universidad, los nuevos capataces de la industria minera.
El segmento de la seguridad industrial y medio ambiente, si bien en la administración tiene ingenieros formados no dejan de ser administradores en la minería formal, en tanto en la minería chica y en algo en la cooperativa,  puede que lleven las labores de investigación y desarrollo.
En las minas de COMSUR, en seguridad industrial introducida en los años 80 del siglo anterior, el “know how” provenía del extranjero, no toma en cuenta el desarrollo de la minería nacional  durante la década 60-70 de la minería nacional. Si en mando y control ocurría ello, en la misma labor minera lo nuevo no había llegado.
La parte de medio ambiente, librada a iniciados en este arte era más la implementación de sistemas de administración, mando y control, que a manera de innovación eran “coordinadores”, un sistema caduco y pasado de moda en las industrias norteamericanas y europeas.
Sin embargo de ello mi trabajo en una de las minas ha sido desarrollar e implementar la primera planta de tratamiento tal como debe ser llevada a cabo, con el plus de introducir, la precipitación de alta rata mediante lamellas, que ha debido ser una de las pocas excepciones en la industria minera.
La nueva minería de explotación masiva, no tiene sino su correlato con lo dicho, aún más descarnado que la mediana y pequeña minería. La planificación minera ha sido llevada enteramente por manos extranjeras, la investigación y el desarrollo por consultoras extranjeras, y tan sólo los nuevos capataces son bolivianos formados por la universidad.
En mineras como San Cristóbal el inicio de las operaciones se ha efectuado por directrices internacionales con una copia que persiste de la minería ajena a Bolivia. Es esta la condición para su explotación. Bomberos traídos de otros lares, ingenieros ajenos a la problemática ambiental son los que hasta hoy administran. La minería que debió desarrollar hasta el lenguaje de enfrentamiento, por ejemplo en lo ambiental,  ahora es anodino, una voz enteramente internacional indica que ellos son expertos y no es correspondido ni siquiera por sus propios ingenieros por los riesgos que genera. A ello se suma la copia sin criterio ni vista en Bolivia de los ecologistas del nuevo socialismo, que apoyan a través de entes gubernamentales y no gubernamentales el estancamiento boliviano.
Los nuevos capataces en Bolivia son los salidos de las universidades, cualquiera sea su condición de “acartonamiento”.
En la última década la investigación y el desarrollo ha sido dejada en ciernes, lo que debió ser una cruzada nacional se ha convertido en una toma y daca de la “llave en mano”, de ejemplo lo ocurrido con los salares bolivianos donde la investigación es mostrada como si fuera hecha por bolivianos pero patentes y “papers” son hechos por extranjeros.
Los huayralevas han sido transformados en huayracocas, la justicia comprada y manejada desde pasillos que no son los tribunales de justicia, la justicia ha caído por sí misma y la universidad ha hecho el coro, la propuesta ha sido hecha afuera aunque nieguen los malhechores.
Los científicos en Bolivia se han reducido a lo hecho en alguna oportunidad y terminada con la guillotina del desempleo o el congelamiento de cualquier posibilidad de financiamiento sea privada o estatal. En ambos casos el ejemplo mío basta de persecución e inhabilitación total, o el de Guzmán de Rojas que no tiene el mínimo de financiamiento.
Las críticas a la universidad colonial y republicana es lapidaria, el fracaso de la universidad es el fracaso de la Bolivia, de esta universidad no hay una referencia en el saber mundial capaz de ser llamada tal, o uno que pudiera preciarse de haber revolucionado o al menos contribuido a este saber. Si EEUU puede avergonzarse de tener un Martin Luther King que ha puesto en palestra lo inhumano de la segregación, puede preciarse con holgura del negro que descubrió el plasma o de los últimos premios nobeles, que han puesto la teoría de los juegos a disposición de la humanidad.
Colofón de colofón, la universidad ha descubierto que ponerse a la talla de otras universidades es la enseñanza de competencias. Ayer, en mis años estudiantiles, los que hoy administran el estado decían que la carrera de minería debía cerrarse, lo técnico en cuanto a presupuestos y supervivencia de la U lo requería, las pullas recibidas y los posteriores auges mineros desmienten a estos operadores y ratifica como bien hecho lo defendido, aun cuando no sean científicos al menos no dejamos en manos extranjeras hasta ese segmento de la cadena minera. 
Los overoles no avergüenzan, el deber y el saber, aprehendidos al menos nos da la constancia de no haber equivocado el camino, la constancia de estar en lo cierto, la certidumbre de que el pan para los hijos es necesario, de saber que hay más que el pan para vivir y que Dios aprieta, y  espero no tanto.
La Universidad en Oruro ha claudicado con toda su estrategia.

Edgar Jorge Rodríguez Alánez
CI 3081317 –Or
Telf. 252-41924




[*] Ha estudiado ingeniería química en la FNI-UTO, trabajos en empresas mineras, Comsur/Sinchi Wayra; Apogee- Solución, Minco, etc., en el área de medio ambiente, higiene y seguridad industrial.

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