Ingenieros capataces y científicos de overol
Por Edgar Jorge Rodríguez Alánez[*]
Los mineros en corrillos, en
las labores hablaban de quién y a quién le correspondía el ser “mayordomo”, la
actividades de entrenamiento y capacitación lo determinarían, sin embargo de
ello este puesto enteramente “indio” enteramente ligado al liderazgo de la
comunidad con que convivía la empresa. Este liderazgo está íntimamente ligado a
la estructura y composición de las comunidades agrícolas y su interacción con
el estado desde los tiempos pre coloniales. El nuevo mayordomo no provenía de
la cultura minera como los anteriores, cuyo liderazgo en mina no se discutía,
estos nuevos reproducían prácticas antiquísimas, en un nuevo contingente de
mineros salidos de una comunidad agrícola Hampaturi.
El termino mayordomo proviene
de la colonia, los mayordomos estaban encargados de la contabilidad de la
producción minera, de cuanto mineral salía de la mina y en qué lugar de la cancha mina se depositaba
cada “stock”. o “montón”. El mayordomo estaba encargado de la planificación de
la explotación, de que lugares se explotaría y de que lugares no, hasta no hace
poco dirían de la voladura de tal o cual pachata en interior mina.
El mayordomo estaba encargado
del personal de la mita y el apoyo de aquellos de que no eran. De seguro
también sabía de quienes eran indios de faltriquera. El mayordomo era “indio”.
La explotación y planificación
de la mina estaba en manos de los indios, a excepción de la seguridad
industrial y la seguridad estructural de la mina, donde existían oficiales
españoles en el control y mando de este segmento de la labor minera. El
mayordomo empezó por perder su especialización de trabajo con la primera crisis
minera durante el siglo XVI, de donde nace la mita y se pierden la huarachinas.
A este mayordomo se le había relegado al control de los mitayos indios y sus
cupos dentro de la extracción minera. En la refinación del mineral no existen
ya los “indios” sino como base de la mano de obra.
Con las posteriores crisis, las
labores ingenieriles de la explotación y planificación minera son encargados a
los criollos y los que a la postre serían los bolivianos. Sin embargo de ello,
la investigación y el desarrollo de la industria minera no estaba ya en manos
de los españoles, la fluidez de tecnología durante el siglo XVI entre la
minería de la Nueva España y la Madre Patria había cambiado con las crisis. La
investigación y el desarrollo de la minería se llevaban a cabo por extranjeros
y por ingenieros venidos allende el charco.
Las últimas reformas
introducidas en la minería durante las tres últimas décadas de la colonia constituían
apenas un alivio a la forma administrativa de llevar a cabo la industria minera
en lo que hoy es Bolivia. Estos últimos intentos de desarrollo minero tanto en
la producción de los ingenios como en la misma mina, constituyen lo que perdura
hasta más allá de la República. Requerimientos tales como el drenaje de agua y
ventilación han sido sistemáticamente olvidados hasta ser insostenible la
explotación. Los “repasiris” son puestos en evidencia por el maltrato, la
contaminación y la baja productividad de los ingenios es el mal que aqueja para
que Potosí no sea más.
Nuevamente el desarrollo de las
reformas se hallan en manos de científicos alemanes: la expedición de
Nordenflicht. Estos ingenieros y obreros, aseguraban de la negligencia de la explotación
en la que está sumida Potosí. Anota Helms en su diario: “más irregularmente,
como si fuera con el propósito de pillaje”.
En el procesamiento de la mena,
lo propuesto por los alemanes ha sido desechado, cabe aquí indicar que de
seguir en la porfía los beneficios para la industria como para el medio
ambiente boliviano. Finalmente lo
escrito sobre los oficiales de la industria minera por Helms es lapidario y lo
peor que todavía hasta hoy es el acuse a la industria minera. “…están dotados
de tan escasa habilidad para ejercer funciones oficiales, que en Europa no se
les consideraría dignos ni siquiera de ser operarios comunes y menos …”
A principios del año 2000,
cuando me preguntaban sobre la explotación de la mina Huanuni respondería tanto
a modo de broma como de certidumbre que los planos de Huanuni se parecían a
“arbolitos de navidad” por lo intricado de su explotación que se asemejaba a un
bosque tan ramificado donde cabe lo dicho por los alemanes. Si esto pasa en una
de las minas estatales pasadas a manos privadas y vuelta a lo estatal, casi en los
mismos cánones pasaba en la minería privada, tanto formal como en la
cooperativista que por los nuevos rumbos políticos, ha sido insuflada por los
mineros chicos que han migrado a la cooperativa.
Los mayordomos son llamados
“jefes de punta”, mineros que han pasado por todas las labores de minería, esto
es bomberos, carreros, ayudantes y maestros perforistas. Los mayordomos están
dejando el puesto a los iniciados, a los ingenieros salidos de la universidad,
los nuevos capataces de la industria minera.
El segmento de la seguridad
industrial y medio ambiente, si bien en la administración tiene ingenieros
formados no dejan de ser administradores en la minería formal, en tanto en la
minería chica y en algo en la cooperativa, puede que lleven las labores de investigación
y desarrollo.
En las minas de COMSUR, en
seguridad industrial introducida en los años 80 del siglo anterior, el “know how”
provenía del extranjero, no toma en cuenta el desarrollo de la minería nacional
durante la década 60-70 de la minería
nacional. Si en mando y control ocurría ello, en la misma labor minera lo nuevo
no había llegado.
La parte de medio ambiente,
librada a iniciados en este arte era más la implementación de sistemas de
administración, mando y control, que a manera de innovación eran “coordinadores”,
un sistema caduco y pasado de moda en las industrias norteamericanas y
europeas.
Sin embargo de ello mi trabajo
en una de las minas ha sido desarrollar e implementar la primera planta de
tratamiento tal como debe ser llevada a cabo, con el plus de introducir, la
precipitación de alta rata mediante lamellas, que ha debido ser una de las
pocas excepciones en la industria minera.
La nueva minería de explotación
masiva, no tiene sino su correlato con lo dicho, aún más descarnado que la
mediana y pequeña minería. La planificación minera ha sido llevada enteramente
por manos extranjeras, la investigación y el desarrollo por consultoras
extranjeras, y tan sólo los nuevos capataces son bolivianos formados por la
universidad.
En mineras como San Cristóbal
el inicio de las operaciones se ha efectuado por directrices internacionales
con una copia que persiste de la minería ajena a Bolivia. Es esta la condición
para su explotación. Bomberos traídos de otros lares, ingenieros ajenos a la
problemática ambiental son los que hasta hoy administran. La minería que debió
desarrollar hasta el lenguaje de enfrentamiento, por ejemplo en lo ambiental, ahora es anodino, una voz enteramente
internacional indica que ellos son expertos y no es correspondido ni siquiera
por sus propios ingenieros por los riesgos que genera. A ello se suma la copia
sin criterio ni vista en Bolivia de los ecologistas del nuevo socialismo, que
apoyan a través de entes gubernamentales y no gubernamentales el estancamiento
boliviano.
Los nuevos capataces en Bolivia
son los salidos de las universidades, cualquiera sea su condición de “acartonamiento”.
En la última década la
investigación y el desarrollo ha sido dejada en ciernes, lo que debió ser una
cruzada nacional se ha convertido en una toma y daca de la “llave en mano”, de
ejemplo lo ocurrido con los salares bolivianos donde la investigación es
mostrada como si fuera hecha por bolivianos pero patentes y “papers” son hechos
por extranjeros.
Los huayralevas han sido
transformados en huayracocas, la justicia comprada y manejada desde pasillos
que no son los tribunales de justicia, la justicia ha caído por sí misma y la universidad ha hecho el coro, la propuesta ha
sido hecha afuera aunque nieguen los malhechores.
Los científicos en Bolivia se
han reducido a lo hecho en alguna oportunidad y terminada con la guillotina del
desempleo o el congelamiento de cualquier posibilidad de financiamiento sea
privada o estatal. En ambos casos el ejemplo mío basta de persecución e
inhabilitación total, o el de Guzmán de Rojas que no tiene el mínimo de
financiamiento.
Las críticas a la universidad
colonial y republicana es lapidaria, el fracaso de la universidad es el fracaso
de la Bolivia, de esta universidad no hay una referencia en el saber mundial
capaz de ser llamada tal, o uno que pudiera preciarse de haber revolucionado o
al menos contribuido a este saber. Si EEUU puede avergonzarse de tener un Martin
Luther King que ha puesto en palestra lo inhumano de la segregación, puede
preciarse con holgura del negro que descubrió el plasma o de los últimos
premios nobeles, que han puesto la teoría de los juegos a disposición de la
humanidad.
Colofón de colofón, la
universidad ha descubierto que ponerse a la talla de otras universidades es la
enseñanza de competencias. Ayer, en mis años estudiantiles, los que hoy
administran el estado decían que la carrera de minería debía cerrarse, lo
técnico en cuanto a presupuestos y supervivencia de la U lo requería, las
pullas recibidas y los posteriores auges mineros desmienten a estos operadores
y ratifica como bien hecho lo defendido, aun cuando no sean científicos al
menos no dejamos en manos extranjeras hasta ese segmento de la cadena
minera.
Los overoles no avergüenzan, el
deber y el saber, aprehendidos al menos nos da la constancia de no haber
equivocado el camino, la constancia de estar en lo cierto, la certidumbre de
que el pan para los hijos es necesario, de saber que hay más que el pan para
vivir y que Dios aprieta, y espero no tanto.
La Universidad en Oruro ha
claudicado con toda su estrategia.
Edgar Jorge Rodríguez Alánez
CI 3081317 –Or
Telf. 252-41924
[*] Ha estudiado ingeniería química en la FNI-UTO, trabajos
en empresas mineras, Comsur/Sinchi Wayra; Apogee- Solución, Minco, etc., en el
área de medio ambiente, higiene y seguridad industrial.
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