Por Edgar Jorge Rodríguez Alánez

viernes, 22 de enero de 2016

El maíz: del Sur para el Norte, de Bolivia a Méjico



El maíz: del Sur para el Norte, de Bolivia a Méjico
Por Edgar Jorge Rodríguez Alánez[*]


El paraninfo de la Universidad  Técnica de Oruro, escuchaba con la atención necesaria la conferencia sobre los orígenes del maíz en América y Bolivia, a manera de queja el disertante, indicaba que con lo investigado se podía poner en la palestra mundial que el maíz emigró de Bolivia hacia el norte. Méjico no es la cuna sino Bolivia.
El disertante: Edgar Dick Ibarra Grasso Eran, son los ochenta y la personalidad de este investigador tenía la contundencia de investigador reconocido a nivel mundial.
Las explicaciones de las idas y venidas del grano de maíz y de las peripecias para conseguir los ejemplares que mostraba en sus muestrarios, indicaban su amplio conocimiento de los valles bolivianos y la agricultura que realizaban las poblaciones bolivianas.
Las muestras que tenía Ibarra Grasso de granos salvajes encontrados en los valles chuquisaqueños y algún otro por Cochabamba mostraba la evolución y la antigüedad del maíz boliviano. Cada plantita mostrada parecía una serie de misterios que desgranaba Ibarra Grasso.
Después de la conferencia, al observar de cerca los muestrarios, estos tenían la evolución de granos parecidos al trigo que van hasta llegar a la mazorca de maíz. Las muestras salvajes que se mostraban, recopilados en años,  estaban con fichas preliminares, requerían un trabajo de catalogación y la esperanza de Ibarra Grasso de concretarlo en un libro, si las condiciones de financiamiento lo permitían.
Para conversar con Edgar Dick Ibarra Grasso, para seguir sorbiendo los conocimientos que retenía este investigador, había concretado un corrillo de estudiantes alrededor del investigador, ni uno sólo reconocido acartonado. Quizá por eso cuando trataba de preguntar parecía anticiparse para dar una explicación detallada que se me ha quedado ahora: El maíz ha ido de Bolivia a Méjico, Del Sur para el Norte.
En los mismos cánones de la conferencia dada en Oruro, Escobar Fernando un antropólogo cita a Edgar Dick Ibarra Grasso, sobre el origen del maíz, de origen boliviano que emigra y nos devuelve Méjico.
“Más de 50 años de investigaciones sobre el tema, le permiten al investigador antropólogo argentino Dick Ibarra Grasso, hablar con gran seguridad y sostener que el maíz no tiene origen mexicano, como se creía, pues los datos más antiguos que se tienen sobre la presencia de este cereal en ese país se remontan a 5.000 años, cuando los últimos descubrimientos en Sudamérica sobrepasan los 8.500 años de antigüedad. Estas plantas tenían características distintas a las del maíz actual, pues se trataba de un pasto silvestre que los indígenas ataban en la parte superior con la finalidad de que las semillas cayeran al pie de la planta, donde las recolectaban, las sometían a la acción del calor en ollas de cerámica y estallaban como las actuales pipocas, forma en que eran consumidas. Como no venían en forma de mazorca, nadie se da cuenta que se trata de maíz (Dick Ibarra, citado por Escobar: 1999) Ana, Ortiz, “Los maíces en la seguridad alimentaria de Bolivia” CIPCA, 2012.
Los muestrarios llevados a esta conferencia magistral, seguramente han recalado en alguna institución, los documentos que dejó en Oruro a algún acartonado, seguramente también lleva lo investigado por este argentino de nacimiento, boliviano por su vida, por las contribuciones a la cultura y ciencia boliviana.
Edgar Dick Ibarra Grasso, estuviera cumpliendo en este enero los 101 años, y ya hace 16 que ha muerto. Llegó a Bolivia a los 26 años y de allí no ha parado con escudriñar las entrañas y las tramas que hacen a Bolivia. Dicen que es uno de los autores que han hecho daño por las investigaciones, entonces replique como hoy a los que se visten de aguayo, la trama está ahí las nuevas tramas a pesar de los deseos de estos no son parte del tejido.
Mis primeras lecturas de Tiahuanacu en mis años escolares, ha sido un extracto de Ibarra Grasso y su interpretación calendárica de Posnansky sobre la puerta del Sol.
En una revisión sobre su obra en el Museo de Etnografía e Historia de La Paz administrada por la Fundación BCB, no he encontrado las últimas obras de este investigador. Ir tras sus obras inconclusas, en este caso sobre el maíz, no sólo es necesario, es una obligación. Los acartonados medran de la universidad sin realizar una sola investigación puesta en la palestra del saber mundial.

Edgar Jorge Rodríguez Alánez
CI 3081317 –Or
Telf. 252-41924



[*] Ha estudiado ingeniería química en la FNI-UTO, trabajos en empresas mineras, Comsur/Sinchi Wayra; Apogee- Solución, Minco, etc., en el área de medio ambiente, higiene y seguridad industrial.

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