Síndrome de Coxoro
Por Edgar Jorge Rodríguez Alánez*
Coxoro, bien hablado de barrio es cojudo, la dichosa palabra proviene
seguramente del “tokoro” un bambú proveniente del oriente de Bolivia y de la
cual se hacen cestos usados en la panadería, verdulería y todo aquello que
requiera un contenedor bien ventilado. Pero lo que está ligado a lo común citadino
y a nuestra niñez es el bambú llamado “tisi”: el alma de un volantín. La
cañahueca es otro de los bambús que tienen usos en la cestería, diríamos de menor
calidad a la anterior, por los nudillos más frecuentes.
El coxoro (cojudo) es una palabreja minera; García Llanos en 1611 explica ampliamente el uso y
de donde proviene. Explica que las candelas para la iluminación son ayudadas
por estos restos de bambú, los mismos que liados en un extremo constituye algo
así como un candelero y el otro extremo el mango de donde puede ser cogido y
puesto a una altura conveniente en interior mina. El coxoro sirve para el
manejo, el transporte e iluminación con las candelas en interior mina.
El coxoro también ha sido utilizado para extraer el detritus y acomodo
de barreta para la perforación en una labor minera.
El coxoro seguramente dejo de utilizarse al ser incorporado en las minas
las lámparas de carburo y dejadas en el real olvido con la utilización de
lámparas de batería y actualmente las lámparas de luz blanca con baterías que
por el tamaño ya no requieren la aparatosa lamparería ni el cuidado con
soluciones ácidas.
El coxoro dejo de utilizarse, más
la palabreja se la sigue manejando en los interiores de la mina para denostar
al minero que se hace o es “cojudo”, ergo “coxoro”. Los lingüistas saben bien
que la “X” suena como la “J”, la universidad en Sucre es San Xavier (suena san
Javier), por lo mismo la palabreja tiene el significado que los mineros le han
dado y saliendo de mina a las ciudades se hace sinónimo de incompetencia.
Explicada la palabreja entramos de lleno con el “Síndrome de Coxoro”.
Los gurús de la administración dicen que la sintomatología de este síndrome
puede detectarse inmediatamente cuando la administración se llena de proyectos
estrellas que han sido detectados e iniciados por el personal de gerencia de
línea y entra en contradicción con el “staff” y las altas gerencias de la
empresa que hacen para si estos proyectos o toman los mandos de estos
proyectos.
Este es el signo de la real incompetencia, puede ser analizado cuando
los proyectos fracasan. Otro de los síntomas es que los gerentes promovidos por
instancias superiores o recomendaciones no saben en sí lo que deben hacer y
cogerán lo que está funcionando en un nivel menor a la gerencia que acaban de
asumir.
El centralizar instituciones cuando en teoría tenemos que descentralizar
e ir a las autonomías es en sí un síntoma de coxoro. Un ejemplo es centralizar
centros como la Casa de la Moneda en Potosí.
Pero si eso ocurre a nivel estatal un ejemplo en gerencia medioambiental
es la gestión de caminos, el mismo es parte de la gestión ambiental por las
connotaciones sociales y ambientales de los caminos, cuando la gestión tiene
eco en la población esta se hace una vitrina. La vitrina que quieren los de
arriba para brillar descuidando el rumbo del barco y dedicándose a lo minio. El
otro signo del coxoro es tratar de retener servicios como dewatering que por su
especialización en un determinado ratio
de producción es un lastre para esta. En gerencia de seguridad industrial el
que el “staff” asuma la gestión del comité de seguridad es sin duda otro
síntoma. La gestión tiene sus decisiones y políticas en el nivel de línea, sin
duda lo que tiene por fuera de esta está subsanada por la gestión de las
relaciones corporativas.
En minería se puede ver estos casos por doquier y quien se ha ejercido se
sabe que el síndrome de coxoro es un síndrome contagioso que está enervado por
la vanidad o el arribista y queda bién. Los periódicos nacionales traen en sus
páginas diarias jocosas sintomatologías del síndrome del coxoro en el país.
Nota.- Por las implicancias no explicito nombres ni lugares. Cabe a
guisa de broma que el “coxoro” ande como tal en alguna mina o en todas las
minas, por lo mismo me curo en sano para no tener el síndrome del coxoro y
tómelo por recomendación darse infusiones de letras, fricciones de sentido
común, sentido lego de lo elemental revisando: teoría general de la
administración de Chiaveneto, Administración de pérdidas de Bird y Dirección
por sistemas de Navarro y el ya conocido nuestro Diccionario y maneras de
hablar que se usan en las minas y sus
labores, en los ingenios y beneficios de sus metales. De García llanos de 1611.
* Ha
estudiado ingeniería química en la FNI-UTO, trabajos en empresas mineras,
Comsur/Sinchi Wayra; Apogee- Solución, Minco, etc., en el área de medio
ambiente, higiene y seguridad industrial
Edgar
Jorge Rodríguez Alánez
CI
3081317 – Oruro
Telf. 2052041924
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