Por Edgar Jorge Rodríguez Alánez

martes, 5 de abril de 2016

Las viejas nuevas ideas de la tecnología



Las viejas nuevas ideas de la tecnología
Por Edgar Jorge Rodríguez Alánez[i]
La gaceta peruana del Perú difundía en el último decenio del siglo XVIII los avances que en Potosí se realizaba con las máquinas beneficiadoras de plata construidas por la expedición alemana en Potosí.
La tecnología de recuperación de plata vigente en los años de la expedición de Nordenflicht, tenía en su proceso pérdidas importantes de mercurio, costo, suplido con el abaratamiento de la mano de obra potosina.
Sin embargo de ello la tecnología de “lavadores y repasiris” no tenían un standard sobre la tecnología, esto supone que no existían el conocimiento de la realidad fisicoquímica, en cambio desarrollaron un procedimiento de trabajo que permitía a los “indígenas” hacerse cargo con las mencionadas pérdidas de mercurio, costo, contaminación ambiental y salud de sus trabajadores. Este procedimiento tenía como claves de manejo de proporciones de los materiales estados “seco, caliente y frío” para adicionar sal, mercurio, ácido y otros.  
Los informes de gente que hacía de “repasiris” o de “lavadores”  en los hospitales de Potosí dan cuenta del deterioro de la salud de estos. Estos eran calificados trabajos “inhumanos” por las mismas autoridades coloniales.
En estos términos la tecnología traída de la Nueva España en el siglo XVI-XVII, es puesta a una optimización mediante la implementación de una “maquina lavadora”, lavadores  de diseño alemán que comprendían seis barriles o doce barriles según lo que diseño en primera y última construida con sus complementos en La Lava- Potosí.
Los múltiples inconvenientes de su construcción delataban y aseguraban la total impericia de los mineros potosinos, desde la utilización de madera a la falta total del manejo de “temples” de hierro. Añadido a estos la total incertidumbre  del manejo de la mineralogía de los lotes a tratar.
Los resultados dieron por sentado que la alternativa presentada era eficiente en recuperación de plata por encima de los 3 marcos, en consumo de mercurio rondaba en el 30% del consumo del “buitrón”, añádase el tiempo, de cuatro a una semana.
El manejo de la nueva tecnología trae consigo peculiaridades que van con el desarrollo cultural y educacional, Europa no era Potosí, “los alemanes hicieron cálculos donde no se hacían cáculos”. No existía la mano de obra que pueda trabajar con esta tecnología, el entrenamiento sugería una educación de la que carecían los mineros potosinos.
Si bien no prospero la tecnología una de ellas, ha sido manejada al parecer desde entonces, el molido en húmedo que actualmente se realiza. Si de analogía hablamos, la minería artesanal boliviana utiliza mercurio en los molinos. Salvo el lavado y recuperación de mercurio que sigue lo tradicional cuyo coste ambiental no ha sido calculado. Las referencias del tostado y/o calcinación son vagas en los resultados como en los procedimientos.
Los molinos actuales tienen la característica de funcionar en húmedo, en ella se basan las nuevas tecnologías. Las nuevas propuestas tecnológicas indican que la lixiviación por cianuro en la pequeña minería puede ser hecha directamente en los molinos.
La otra tecnología que parece no haber comprendido es el de la enseñanza no se da por ósmosis, ni por arte de magia, ni por la rimbombancia de sus títulos o la angurria de unos pesos más cuando es el futuro que va ello. El fracaso de la misión se ve, la tecnología puede ser una caja de pandora que no es posible manejar por la ignorancia.
Hoy el dinero invertido en hornos metalúrgicos nos dan un alerta de ello, apenas si hemos aprendido a manejar la electrólisis en lo burdo o en lo fino pese a haber tenido una de la mayores experiencias en Oruro. No se tiene noticias de cristalización pese haber suplido la electrólisis.
Apenas si hemos podido funcionar un horno ruso porque solamente los rusos saben lo que querían hacer como dicen las “consultorías”, hoy Karachipampa no funciona en el Potosí boliviano. Eficientes en medio ambiente cuando la realidad muestra el arañazo diario del aire que vomitan chimeneas de hornos  “alta tecnología” en Oruro.
Los teóricos del marxismo, describían Alemania rural del siglo XIX, la acumulación, la movilidad de capitales y la extraña animadversión a los alemanes a quienes consideraban europeos de segunda.
Mientras ello ocurría casi idénticas descripciones se hacían en los albores del siglo XX en los USA por los académicos, las películas y series, “los Ingals” de los años 70/80 dan sus bendiciones de cómo se hacían las transacciones en bancos de propietarios individuales que eran respaldados por otros capitales y a estos los grandes capitales, de igual manera que los alemanes la tierra era rematada, los sueños rotos pero el sueño americano intacto.
Los teóricos de la administración describen y desarrollan sus experiencias en el Japón destruido por la segunda guerra mundial. No hay gente que hable de calidad sin saber que los sistemas no garantizan calidad tan solamente saben que lo que dicen que hacen lo hacen. Los cubanos aprenden de los norteamericanos y japonenses y la isla canta el son del capital en su incipiente mercado que abre las fauces. 
“El fin de la historia” delata que los proveedores rurales van cayendo en número, las estadísticas en el mundo entero demuestra esto. Hernando de Soto aplica al Perú urbano, sentencia que por las calles donde pasa el cemento, pasa el desalojo de los pobres.
En los 2000, el cemento en calles de la Cochabamba suburbana ponía en jaque al “capitán” alcalde, pero desalojaba a los más pobres.
En Bolivia el fenómeno se exacerba en los 90 del siglo anterior, con los microcréditos bendecidos desde el gobierno, el ir y venir de pequeños capitales trae consigo una transferencia nimia de terrenos pero abre a la descripción de los alemanes y norteamericanos. Hoy en Bolivia muchas subvenciones paran en los bancos, los seguros de ayuda se van a las cuentas de los créditos rurales.
El último decenio del siglo anterior ha puesto en pequeñas tiendas o comercios pequeños las transacciones bancarias en poblaciones urbanas antes rurales. La tecnología bancaria se repite, copia, y reinventa en Bolivia.
Coca y cocaína signan, marcan y presentan a Bolivia en el mundo, las patentes cubanas serán la base de industrias construidas por cubanos para salvar a la coca de su estigma.
La tecnología de cocaína todavía hablara como en los tiempos de la colonia de “frio”, “caliente”, seguirá la impericia de los procesos fisicoquímicos enrostrándonos los cartones de una educación que no sirve, los medicamentos antidiabéticos, los anestésicos venidos de la coca les serán onerosos  y vetados a los bolivianos.
La mano izquierda del rostro indígena ha puesto también en jaque a los pobres y el desarrollo dependiente se mira, no se toca y aleja los capitales, aleja la tecnología a otros lares allende el mar. La llave en mano, es una llave que no abre el desarrollo pero cierra la dependencia más perversa.
Juega el viento volutas como juegan las cuentas de millones que van y vienen, se avienen como a cuento a desaparecer como simples volutas.
¿Puede tener liderazgo el mayor de los guerreros espartanos en la Atenas democrática? La falange griega de Esparta es vista en los disturbios urbanos mundiales y locales de estos días.
Edgar Jorge Rodríguez Alánez
CI 3081317 –Or
Telf. 25241924
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[i] Ha estudiado ingeniería química en la FNI-UTO, trabajos en empresas mineras, Comsur/Sinchi Wayra; Apogee- Solución, Minco, etc., en el área de medio ambiente, higiene y seguridad industrial.

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