Por Edgar Jorge Rodríguez Alánez

jueves, 31 de diciembre de 2015

De cómo comer el kalapari y lagua



De cómo comer el kalapari y lagua
Edgar Jorge Rodríguez Alánez[1]
Humeante, el olor del ají se eleva como volutas de un aire que no es el aire de las ciudades, penetra en el interior desatando los sentidos. Los días de invierno los días nublados y fríos, el plato de la lagua era llamado a la mesa, preparada y servida por las manos de mi madre parecía el mayor de los manjares, la carne retostada se sabía crocante, las glándulas salivales eran sometidas a producir saliva en cantidades.
Para comer ese plato, decía mi madre, era mantener la mayor de las corduras, las personas que no seguían el consejo podían tener la boca quemada, además de ser conocido y hasta llamado hombre que no es capaz de controlar sus sentidos, su misma naturaleza.
Si el plato de lagua se volvía en un caldo aguanoso, entonces ese hombre era celoso, no servía. Siempre que a alguien le sucedía eso se reía para sí. Habíamos olvidado las reglas elementales para comer la lagua.
No removerás con tu cuchara la laguita. La cuchara debe pasar por encima de la lagua, sacando aquello que ya enfrió. La cuchara no debe estar salivada, es decir la reglas elementales de la mesa. Y la más importante estar tranquilo y comer pausadamente.
Lo que pasa con la lagua es ridículamente algo natural, la cuchara al estar en contacto con la boca, llevará en su lomo, una de las enzimas responsables de hacer azucares, la α-amilasa (ptialina), que al entrar en contacto con el almidón esta empieza a hidrolizarse.
La laguita no se enfría de inmediato, por eso este plato de invierno o de los días fríos, nublados o días de nieve, se conserva caliente más si va en platito de barro, también por esta razón cuando la cuchara se va al fondo, de a poco la remueves, haces que las enzimas la vuelvan ese caldo que no es agradable.
La otra razón de servirla en días fríos es su contribución de calorías requeridas, la otra ya sabes es que suegras y abuelas ven la persona que eres. Sin cuidado es también una forma de entrenarte para el control de tu persona.
El kalapari por el contrario es una comida que va en días especiales, como forma de prolongar el espíritu alegre que las bebidas te dan después de una fiesta. Por eso los comensales de la FNI después del 3 de julio le aplican kalapari, perdió las piedritas que le dan el nombre, así como perdieron su espíritu de ciencia.  Pero algo es algo.
Otras de las fechas en la que se consume es después de los velorios. Cuando alguien muere y te quedas a velar. Al día siguiente, la familia doliente,sirve con los primeros rayos de sol el humeante kalapari. Por demás está decir lo que hacen las piedritas calentadas al rojo, puestas en el plato,  la mantienen caliente por buen tiempo.
Ahora también se lo puede comer en algunos restaurantes, a los que llegaré un día cualquiera.
La regla para comer el kalapari es la misma que con la laguita, la misma para comer el kalapurca en Potosí.
Suegra que convide a la elegida por su hijo, nuera que deberá tener la mayor de las composturas, si la lagua se vuelve aguanosa se pensará de ella que es celosa,  mujer celosa no lleva el rumbo de una casa. Advertidas las nueras y suegras con lo dicho en tiempos del papel desechable, en tiempos de usar y tirar, volver a comer lagua ha de ser quitarles la sinrazón de los poderosos gobernantes que poncho mediante engordan sus caudales.
Nota1: Un buen plato de kalapari tiene las piedritas calentadas en el hogar de un fogón, hoguera de viajero. Un buen plato de kalaparies aquella que me servía mi abuela Guadalupeo la lagua que todavía hace mi madre, mi esposa dice que hace “jakalagua”.
Nota 2: Cuando pregunte por el día de la lagua, en una mina que trabaje, nombre en español “piecito de plata”, me informan que improperios del “cojudo carajo” sacaron a la laguita de la dieta mañanera del staff de ingenieros.
Pero la laguita no puede ser sacada de la memoria del pueblo, los transgénicos del maíz quieren ser, el poeta inglés pregunta ¿es esa la encrucijada? 
Oruro, diciembre 23 de 2015

Edgar Jorge Rodríguez Alánez
C.I. 3081317 – Or
Telf.  2 52 41924



[1]Ha estudiado ingeniería química en la FNI-UTO, trabajos en empresas mineras, Comsur/SinchiWayra; Apogee- Solución, Minco, etc., en el área de medio ambiente, higiene y seguridad industrial.

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