El defensor del pueblo, la contraloría y la
contaminación
Por Edgar Jorge Rodríguez Alánez
Los
conflictos ambientales se desarrollan siguiendo un mismo matiz en Bolivia,
actores que saben lo que sucede y su gestión meramente de cumplimiento ante las
autoridades ambientales locales. Actores receptores, de la contaminación, leamos
población; los que sirven de colchón atenuante
o los que encaminan el reclamo, tales como los medios de comunicación, entes no
gubernamentales, entes progubernamentales y gubernamentales, incluido en este periodo
la Universidad que sale en fuero de los contaminadores.
Los
entes como el Defensor del Pueblo han participado en conflictos ambientales,
desde el punto de vista de defensa del individuo o individuos, persona natural
o jurídica, personas que presentan la denuncia a este ente. Esa participación
no cuestiona el fondo, la práctica de los entes contaminadores. En las ciudades
ninguno de los conflictos ambientales ha tenido participación que haya
repercutido en los ámbitos sociales de Oruro.
Por
el contrario la Contraloría que tenía desde los años 90 su brazo ejecutor ha
llevado una serie de actividades auditoras cuyos resultados han quedado en la
práctica en el informe de auditoría. Sin embargo del informe ninguno de ellos
ha servido para cuestionar la ley, modificarla, ampliarla o …, menos todavía de
cuestionar a los actores contaminantes.
El
último conflicto ambiental en Oruro se ha manifestado en las calles, vecinos de
la fundidora estatal Vinto, han tomado las calles para denunciar de las
prácticas ambientales contaminadoras de Vinto. Las denuncias se reiteran como
una letanía a décadas y los estudios van en la dirección que la OPS OMS ha dado
a finales del siglo anterior de que el contenido de metales en orina y
sangre, es los suficientemente alto para
afectar a la población. Las aseveraciones de médicos que indican prevalencia de
cáncer asociado al medio ambiente orureño
es otro componente que ha sido constantemente denunciado.
La
respuesta ha sido inmediata, los directivos de la empresa han aumentado o subido
propaganda pro Vinto, El sindicato de la fundidora se moviliza y habla con
comunarios de Sepulturas, Vinto, Pasto Grande, Cala Cala, y hacen aseveraciones
conjuntas indicando que no se tiene ninguna contingencia ambiental. Otros
estudios indican la asimilación de metales de cultivos tales como la quinua, o
cualquier otro cultivo. Al margen de ello la flora nativa tiene los índices de
altura y cobertura de los más bajos en comparación a otros donde Vinto tiene
escasa influencia. Los argumentos de los dirigentes han derivado en “ocultos
intereses” que van en contra del “proceso de cambio”, politizando de manera
deliberada y con afán de ocultar las
emisiones de Vinto.
Los
medios de comunicación, han participado, algunos sin comentario, otros haciendo
uso de la persuasión de ver los lados, de ver otras industrias alrededor de
Vinto, ambas posturas han sido pro Vinto. La contaminación del aire no es un
bala dirigida a uno es un bomba silenciosa que puede activar el cáncer, que
puede enfermar los nervios de la gente, que puede enfermar los pulmones,
riñones, es una bomba que cuando te toca no se puede culpar a nadie, no quepa duda la única posición frente a
ella.
Algunas
ONG´s no han dicho casi nada o nada que
no es lo mismo pero es igual. Dice la caterva del gobierno que “igualito dicen”
igualito nomás adentro, luego a llorar el difunto, cultura de la muerte del
gobierno que sabe que la contaminación mata y ellos gatillan también esa
muerte.
Los
entes gubernamentales han salido a decir que no se tiene nada y que los
estudios que realicen recién indicaran algo, como si la contaminación de Vinto
fuera de hace unos meses.
La
GAMO, la alcaldía, ha dispuesto un sistema de monitoreo, que a verdad veremos
si se realiza. La alcaldía es la autoridad ambiental competente de Oruro y ella
es la llamada a ver también el conflicto. Los niveles de contaminación de los
90 dicen que con vientos hacia el oeste la contaminación a la altura del cerro Corazón
de Jesús sobrepasa lo dispuesto por la ley 1333 en su reglamento en materia de
contaminación de aire.
El
Defensor del Pueblo, probablemente, no actúa de oficio pero bien debiera
realizar por lo menos la actividad de tener los recordatorios de las denuncias desde
décadas atrás, amén de la postura sumisa con el gobierno.
De
la contraloría poco se puede hablar por cuanto su carácter cercano a las decisiones
políticas del gobierno, hacen una organización displicente a las decisiones
ajenas al entorno local. Los informes emitidos sobre el algunos ríos han dejado
una estela de diretes que no calado en normas ni siquiera en la consolidación
de programas de monitoreo para clasificar las aguas de ese río en un
determinado tiempo del año, auditorías ambientales sin ninguna “pretensión” de
ser acatada por nadie.
Así
pues la justicia ambiental tiene en los hechos actores que sobrepasan lo
normado y constituido, el anillo de la justicia ambiental que se encuentra en
la normativa jurídica desde lo administrativo hasta la homologación en lo penal
y civil, requiere de otro anillo mayor, un sistema de justicia ambiental con tribunales
ambientales y la puesta en práctica de “indubio pro natura”.
Nota.-
El término “indubio pro natura” es un término similar a “in dubio pro reo” del derecho penal, “favor debitoris” en el derecho civil,
“in dubio pro operario” aquel
que favorece al trabajador en el derecho laboral, hasta en los Derechos Humanos
encontramos el principio “pro homine”,
por lo mismo “in dubio pro natura” puede ser definida según Russo y Russo
como “… la duda favorece al que
defiende la vida, la salud y el ambiente”
Edgar
Jorge Rodríguez Alánez
3081317-Or
Telf.
2 52 41924
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