Planificando
la desesperanza
Por
Edgar Jorge Rodríguez Alánez
¿Nuevo parque
industrial en Soracachi? ¿Nuevo, nuevito concepto ecológico? ¿Están pidiendo
desregulaciones económicas para las industrias que se asienten allí? Veamos
algunos puntos que las autoridades gubernamentales proponen para la
desesperanza de las nuevas generaciones.
¿Qué concepto
ecológico va de la mano con desregulaciones económicas y ambientales en el
inicio de un parque industrial? Ninguno. Las desregulaciones ambientales y
económicas propiciadas e implementadas en Santa Cruz al momento recién
comienzan a ser controladas, a ello se suma que no hay un balance real de la carga
de impactos negativos en el ambiente de esa ciudad.
Sin duda alguna Santa
Cruz puede ser ajena, pero Huajara representa el concepto de desregulación que
ha sido asumida por los que están dentro Huajara, pero que no ha sido
comprendido ni ha sido tratado con responsabilidad por las autoridades. No
existe un sistema de evacuación de residuos, no existe ni siquiera la
legalización a tantos años de los terrenos, podemos enumerar otros no existen,
y sería péguele que ella o él fue, Tete no fue y fue. Si eso hacemos quién garantiza que no se hará
lo mismo. En la última década más/peor de lo mismo.
Cuando hablamos de
ecología, el sólo hecho de hablar del concepto nos trae el concepto de cómo se
manejó durante las últimas tres décadas en el ámbito agrario. El concepto que
todo lo indígena es ecológico, de manejo sostenible y que es la reserva moral
en la producción de alimentos, en la práctica y en los hechos ha sido una
mentira.
Los campos
productores de los Yungas paceños, del Alto Beni han sido tratados con lo mejor
y peor de los químicos. Hoy día la práctica se ha vuelto usual. Puede que el
agricultor no sepa leer las etiquetas de los químicos pero sabe dónde y cuánto
comprar y a modo de error y prueba y sin hacer caso de las dosificaciones,
estos se van adhiriendo en la mesa nuestra de cada día. Se suma transgénicos a la mesa.
Pero ni la coca se
salva, fue bandera de manejo ecológico, pregunten a los sindicatos cuanto se
compra en químicos en el Chapare y los Yungas, cuanto es el gasto en químicos y
verán la friolera suma que se maneja. (En un momento de justificación los
productores de coca pusieron químicos como parte del costo de producción en la
prensa).
Sin ir más lejos, los
productores de quinua crean organismos y certificaciones de manejo ecológico
algo así de etiquetas verdes. ¿Fue por ponerse en onda con Europa o EEUU? No
simplemente no encontraban productos aceptables con las normas que deben cumplir. ¿Cuánto de nuestra
quinua tiene manejo libre de químicos? Sin dudar no debe pasar del 20% de la
producción total en el mejor de los casos.
Pero los exabruptos
van más allá ¿la energía que se utiliza en los teleféricos es limpia? La
energía en Bolivia depende de la quema de gas y se ha dejado, incluso de no ser
aceptable en términos ecológicos, la energía hidroeléctrica. Huelgan palabras para las explicaciones de
las sinrazones. Amén de los proponentes este parque tendrá producción y energía
limpia.
¿Que el manejo ha de
ser dentro de la producción limpia? Las autoridades no pueden manejar los
residuos de la ciudad menos de Huajara y esa es la experiencia que tienen. Y la
carga de flujos ambientales a manejar será de …..¿? Cuánto y donde se disponen?
¿y el agua? ¿Y los reservorios? ¿…?... n¿?.
En fin, muchos de
estos proyectos han sido realizados por los que ayer gritaban medio ambiente
radicales ecologistas, pero a esta hora callan quizá la mano derecha recibe sus
usufructos y la mano izquierda colude con la gente del gobierno y sus
propuestas.
Soracachi enterró su
pasado, tiene una iglesia que quizá se ha caído, tiene “sitios arqueológicos
modernizados”, han enterrado su historia y su procedencia, ahora les queda sus
cultivos, su agua, su esperanza, mañana quizá sean parte de lo peor que le
ocurra a Oruro.
No hay voces, de aquellas
que son pagadas con plata de las iglesias, eternos ecologistas y buenos
hacedores de “cambio”, reciben sus limosnas para curar su conciencia. No hay
universidad, ni acartonados, quizá porque callaron y reciben como botín el
manejo familiar de la U.
A no renegar más, a
no decir nada de nada, que sepan lo que se escribe, que se enteren a pesar de
la censura.
En silencio, en
susurros de enamorad@ a enamorad@, de amigo a amig@, de compañero a compañer@, en
las aulas, en los puestos de venta, entre pobres y ricos, en el minibús, en
secreto de voz de pueblo, en todas partes empezaremos a decir: No a la desesperanza.
Oruro, mes de
la achacana, 4 de 2015.
Edgar Jorge Rodríguez Alánez
3081317 –Or
Cel. 671 28880
Teléfono 52
41924
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