Por Edgar Jorge Rodríguez Alánez
La pluma de un
prestigioso escritor recordaba que es americano, muy americano soñar, aunque
donde haya nacido sea otro sitio diferente de los EEUU.
Sueño
americano, yo me encuentro en américa, por lo mismo el sueño que va despierto
es también sueño americano. (Por si algún despistado pregunta escribo en Oruro
Bolivia)
Claro que
tenemos inoculado el sueño americano, demasiado americano para ser europeo,
africano, norteamericano o demasiado
boliviano para ser cubano, venezolano, o de cualquiera de las potencias
nucleares, de cualquiera de los istmos.
Los dichosos
denunciadores de la inoculación dicen que NIKE no tiene nada que ver con
revolución por eso visten ropa de marca “admiten y niegan simultáneamente la
realidad desigual social y económica que incluye en las probabilidades de
alcanzar el éxito…” (Goldman, R and Pappson, S.; 1998) diría yo mucho más
trascendente que revolución, más allá de la revolución, lo anterior es lo que
hace NIKE y tiene el apoyo de estos denunciadores de los sueños americanos
cuando ellos mismos visten NIKE y dicen que eso no importa si tienen zurda, lo
que sería su sueño chiquito, el otro sueño no está, está más allí.
Lo anterior, podemos
decir lo mismo con lo que dicen marxistas empedernidos como Marx, Luxemburgo,
ahora que todos se hacen gramsianos o sartrianos, o althusianos, o guevarianos,
y por si quieren darle el título de marxista a algunos “comunistas de letra y
boca” pero nada en la práctica como los del PCB. Los autores aludidos son del
mercado global de donde nadie se escapa. ¿Alguien se hace troskista?, Cuidado
que es el diablo.
En los
conciertos la mano zurda de Cavour es lenta, estúpida, no coordina, no hace
esto o aquello, es contra revolucionario, pero que bien que se escucha para
legos como yo, no puedo sino elogiarlo, pero cuando la derecha pulsa el
charanguito lleva el concierto a ser concierto y comprendo lo que es tocar
charango, es música y música boliviana y comprendemos lo de izquierda y
derecha, claro de la cueca, morenada, diablada o una carretera y su ciclo vía
en Oruro, Bolivia, sueños americanos en
nota de sol boliviano.
Los papeles
higiénicos no necesitan de izquierda o derecha, necesitan estar en la letrina
del pueblo, en el baño del oficinista, en el baño familiar pero seguro está en
la mansión/mansiones de los zurdos sin conducta allí donde nació Bolívar. ¿Si
eso falta que más faltará no?
”Escuismi
plis” tomare por receta irme al otro lado que sería el mismo lado.
A propósito una
anécdota en carretera a Rurrenabaque, cuando cogí una toronja henchida y
colorada para regocijo de mi paladar, el mismo me fue arrebatado con un
contundente “eso no se come”, un mozalbete camba trepa al árbol y trae consigo
unas toronjas de igual aspecto “esto si se come” y da vuelta con un mohín,
entre ese sarcasmo alegre y amigo, no sé si escucho como como puteada en bajito
“esto collas sonzos”.
La explicación
es que la toronja madura caída en el suelo no sirve para nada y más bien trae
consigo enfermedades, la que se baja del árbol, es la que se debe paladear, lo
maduro que se baja del árbol es para el buen mejor comer. Lo caído no sirve para nada. Buen consejo de
un niño que sabe ser niño y fruticultor. En la Caja boba quién sabe bajando con
la diestra es peor que bajarla con la siniestra o dejarla caer nomas a zurda zurda.
A lo parroquial, un secretito, bajan y bajan el
real y el peso argentino, traer “alguna cosita como hornito o mezcladora de
cemento” a Bolivia será al menos, 50% menos
de lo que costaba “y eso” en
forma legal, con buenas relaciones, camisa azulfino, imagínense. Qué bueno el
comercio global, pero mAs/buen/mejor el de la revolución.
Notas: los
comentarios debido a programas de la caja boba, entre ellas la zurda desconducta
de la Venezuela de Maduro, una explicación económica de la Argentina y algunos
otros entre el 11-12 de mayo.
Oruro,
12 de mayo de 2015
Edgar Jorge Rodríguez Alánez
3081317 –Or
Cel. 671 28880
Teléfono 52 41924
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