Hablar en el inglés,
lengua cuasi materna de Goni, seguramente le ha traído una de las peores
pesadillas de su estadía en Bolivia declarando ante la justicia norteamericana.
La justicia de los “americanos” ha empezado a remover los escombros.
No se esperaba otra
cosa de los norteamericanos, Goni debe purgar sus delitos, esté en la cárcel y con
justicia norteamericana, vaya y pase, algo es algo. Esperar que sus compinches
hagan algo en Bolivia, es esperar el nunca jamás.
Si tanta es la animadversión
de la “revolución”, ¿porque no están los compinches de Goni en la cárcel?, ¿porque
se encuentran como parte del gobierno
plurinacional?. Una canción dice que Dios y el Diablo están en el taller, pero
ellos vinieron diciendo Dios, vimos después de todo, Dios no estaba con ellos
menos el Diablo. Quizá por eso están los mismos gobernantes de ayer.
Goni, en minería, fue
el que recuperó la tradición de modernización siempre latente en cualquier
industria, en los 80 y 90. Desarrollaron parte de lo que se vino con los
discursos de Río de Janeiro, desarrollaron incluso el respeto a la parte
productiva de cualquier empresa.
Puedo afirmar con
absoluta seguridad por haber sido parte de ese desarrollo. Habiéndome
presentado a un requerimiento en el periódico y las entrevistas entre los
postulantes me asignan a uno de sus
grupos en Potosí. Allí implemente el primer sistema en Bolivia de tratamiento
de aguas ácidas de mina mediante precipitadores de alta rata tras una
investigación y desarrollo tecnológico en ese entonces.
El sistema
administrativo de coordinadores vigente en COMSUR, colapso de manera natural
con el sistema de inclusión de la gestión ambiental y seguridad laboral como
parte del sistema productivo. Los logros en materia de gestión ambiental
llevados hasta ese entonces, tenía la camisa de fuerza de un sistema administrativo
que había colapsado. Si en los hechos se
daba ello, en la práctica corporativa se mantenía el mismo organigrama como
parte de mantener una estrategia caduca de desarrollo y de control al extremo
de sus ingenieros y mineros con el discurso del miedo al hambre y el desempleo.
Durante el mismo
periodo las relaciones comunitarias siguen las directivas que hoy día se han
ahondado por acción de conveniencia de los actores en una práctica de dádiva
sin ningún retorno a la comunidad, agravada por la prepotencia empresarial.
Haber dejado de lado los gritos por una parsimonia y beatitud de trato no es
sino una forma más de la prepotencia y los signos de racismo en sus gerentes. En
ese entonces se rompe ese paradigma se sigue ese matiz que ha sido dejado de
lado con los acontecimiento de febrero y octubre de 2003.
Después de la huida
de Goni la estrategia minera ha entrado en un periodo de desregulación comparable
a los inicios más liberales. Algunas empresas optan por un barniz de ecología
que se desvanece apenas el barniz deja un claro a las relaciones de comunidad
empresa.
Hoy, ese periodo de
desarrollo sin controles de ningún tipo a no ser el disimulo de los entes
gubernamentales, también ha colapsado.
Las desregulaciones
deben terminar. La anterior COMSUR de Goni, hoy Sinchi Wayra/Illapa no tiene
razón de ser, sino una de las fuerzas más retrogradas que tiene en su seno a la
gente más perniciosa de Goni, ese es el
caso de los Mirabal, de los Villalobos, de los Lea Plaza, de los Garret, de los
Bellidos, de los Salles, de los Vidaurres, de los Navarro, de los …, de los otros muchos que no vienen a mi
memoria y que ahora están en las gerencias de la conducción corporativa de las
transnacionales mineras, del gobierno y la minería cooperativizada y chica.
La ruptura del
paradigma no se dio en febrero ni octubre se ahondaron en su práctica con las
noticias de los muertos y de los sucesos en la Plaza Murillo de La Paz;
mientras llegaba como un rumor, los mandos medios de la empresa de Goni tomaban
la decisión de escarmentar por el pan a cualquier sospechoso, no importaba que
los consultores del BM/BID y el mismo Mirabal me hayan dado las felicitaciones
por la planta. Tomaron la decisión de pararme con viles mentiras, calumnias,
estigmatizaciones, una animadversión que hasta hoy repiten en una suerte de
letanía del absurdo. Esa es la cara hasta hoy, la cara de la transnacional Sinchi
Wayra.
De nada valió haber
trabajado en sábados y domingos, de las trasnochadas y demás, para parar una
planta nacida de la investigación y de la gestión realizada. Después de años
caigo en cuenta de una anécdota contada como miembro de la COD Oruro a uno de
los colegas, que de seguro fue a parar a los oídos y los designios de los
gerentes de Goni. Saben que la fuerza es la única parlante y hacen callar
incluso a la ciencia.
Las muertes de
febrero y lo hechos en octubre por la gente de Goni es comparable a una guerra,
dirimida con la gente que se pasó de bando y hoy se encuentra en el gobierno y
las más importantes empresas estatales con los mismos resultados de otros
tiempos. Los mismos que masacraron, los mismos se encuentran en el gobierno
dizque plurinacional.
Hoy esa gente, sigue
mintiendo, sigue estigmatizando, sigue con la mentira y la defenestración al
punto de haber hecho con el gobierno acuerdos para romperlos por el pan y dejar
a niños en el hambre y la miseria. Se ha cumplido sus designios al punto de no
tener nada que perder, lo poco que se tenga es ya ganancia.
Es el mismo accionar
del gobierno, el mismo terrorismo que ayer criticaban; ayer por lo menos sabíamos
que nos perseguían, hoy día, sus medios y artilugios tecnológicos es la vía
para defenestrarnos como enfermos mentales dejando en el hambre y miseria a los
niños y familia. La cara horrenda de los ministros y los cortesanos paraextranjeros que pululan en el palacio
quemado del estado plurinacional.
¿Qué hacer con un
lastre que ayer se pensaba que podía ir en pos del desarrollo nacional?
La respuesta es obvia.
Los resultados de Huanuni, Colquiri y de la COMIBOL inerme y sin perspectiva,
caminan como sombís en busca de nueva vida.
Los resultados de las
transnacionales como Sinchi Wayra, San Cristobal, Manquiri, Pan American Silver
en todas sus variantes, y todas las demás asentadas en territorio boliviano,
tienen la venia gubernamental y ante cualquier dime y direte de la calle, el
gobierno sale espantado gritando anatema. La contaminación grita desde sus
paradigmas de empresas sustentables.
La minería mediana
como EMUSA, Paititi, y otras, están a la vista, una gestión en todas las
aristas que ha dejado incluso la tradición minera de los años 50/60 del siglo
anterior. Los cooperativistas llevados a una estrategia inmediatista, del
privilegio del poder y el dinero, sin
ninguna posibilidad de desarrollo, en ese medio es obvio lo que se debe
hacer.
Goni es el paradigma
agotado en las estrategias de desarrollo minero. El último eslabón: Goni en una
la cárcel norteamericana; será el mayor detonante de un tiempo que se ha
acabado, de un gobierno masista que ha acabado con lo que debía hacer, que no
tiene sentido sino el control de la riqueza mal habida. La justicia tarde pero
llega.
Nota.- Los organismos
que controlan las comunicaciones han hecho que el número de celular sea cortado
sin tomar en cuenta las normas y legislación vigente. El número 67128880 no es
más mío, ruego a quienes quieran comunicarse llamar al teléfono 52 41924.
Edgar Jorge Rodríguez Alánez
CI 3081317 – Or.
Telf. 52 41924
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