Por Edgar Jorge Rodríguez Alánez

jueves, 16 de septiembre de 2021

YATIRIS, PASTORES Y CURAS EN POST ACCIDENTES

 

YATIRIS, PASTORES Y CURAS EN POST ACCIDENTES

Por Edgar Jorge Rodríguez Alánez

En varios accidentes asistidos, tanto como rescatista cómo seguimiento de la recuperación y reingreso a labores, uno de los ítems descuidados es de la psicología laboral.

La rama de la salud y seguridad ocupacional o de higiene y seguridad industrial ocupada de la estabilidad sicológica de un trabajador, es la psicología laboral. En las empresas de la minería mediana, de la cual me ocupare, no se tiene desarrollado este ítem, no sólo por razones económicas sino también por desconocimiento e incidencia en la productividad de la empresa y también por la gestión de seguridad reportando cada vez menos accidentes con incapacidad o tiempos perdidos mayores a una semana.

En un accidente en la mina La Solución, ubicada en la comunidad de Hampaturi del municipio de La Paz o Palca (ambos reclaman tuición), dos trabajadores atrapados en un buzón, fueron rescatados y llevados a emergencia del Hospital Obrero, ambos trabajadores fueron dados de alta hospitalaria. Uno de ellos con alta para el trabajo y el otro con una baja de recuperación en domicilio.

En el primer caso, aplicamos trabajo restringido, con quehaceres de adecuación en el jardín de superintendencia y al cabo de tres días estaba en su puesto de trabajo.

El otro trabajador estaba postrado en cama, recurrí a averiguar en el hospital por el diagnostico, el médico de nuestra posta de primeros auxilios hizo otro tanto, en ambos casos la explicación de la salud del trabajador era la misma, estaba bien y ya debería estar en condiciones de entrar a trabajar.

El trabajador en los hechos estaba postrado en cama y quejándose de su salud, sin poder caminar ni levantarse. La semana paso y una nueva baja y otra.

Las visitas en conjunto con el médico, contradecían los pronósticos médicos de una recuperación pronta. El médico no entendía las contradicciones del estado de salud.

Si bien la Medicina del Trabajo tiene cómo uno de sus objetivos la rehabilitación del trabajador, no toma en los hechos la parte de la psicología laboral u ocupacional en este objetivo. Enfatizó, ergo las empresas aún las más grandes, a pesar de contar con psicólogos en su departamento de recursos humanos, no prestan ninguna atención en la seguridad industrial en post accidentes.

En ese interín decido hablar con la esposa del accidentado, los tópicos los tratamientos médicos y de cómo se encontraba la familia con el accidente. Cabe mencionar de las visitas exaltadas de los comunarios de Hampaturi para reclamar sobre el estado de salud del trabajador. Vanas son las explicaciones médicas, lo “que se ve se anota” dice un adagio popular sobre el “cacho” y lo que se anotaba del trabajador era que estaba postrado en cama.

Las explicaciones de la esposa fueron concisas en las dificultades que acarreaba el estado de salud, las dudas sobre el trabajo y su salario le fueron aclaradas, sobre las dificultades de la familia con el contorno familiar y comunal.

Inquirí específicamente sobre si le “habían llamado el ánimo” la respuesta fue: sí. Volví a preguntar quién lo había hecho y me dijo un familiar, si el recuerdo no falla, el hermano había hecho de yatiri.

Entonces le reclamé por qué no habían contratado un “yatiri”, si su esposo es trabajador, por que no se le había dado una ceremonia con un “callawaya”. No me dijo nada, pero al final en forma decidida afirmó: haremos un nuevo llamamiento.

En la siguiente visita el trabajador estaba ya recuperado y en una semana entraba a sus labores. En su caso no tomamos ningún trabajo restringido, los reclamos del sindicato sobre su puesto al volver y otros realizados por sus parientes hacía su vuelta inmediata a su puesto de trabajo. Sus compañeros todavía hacían pullas sobre él y su accidente, una forma de conjurar el miedo y reafirmar procedimientos de buen trabajo.

En otro trabajo durante la construcción de los puentes trillizos de la ciudad de La Paz, una mujer de mediana edad, hacía trabajo restringido, realizando labores de limpieza y con reclamos constantes sobre su salud. La supervisión eludía su presencia y las órdenes diarias eran: a barrer.

Inquirí con ella sobre su salud, averigüé sobre su religión, era protestante o “cristiana” cómo se les dice por estos lares. De refilón entre conversación y conversación ella no creía en “yatiris”.

Al día siguiente le pedí que realice una ceremonia, un rito hecho por los pastores de su iglesia. Realizar una “rezada en su domicilio” le indique que luego de ello no salga de su hogar y realice los actos penitenciales indicados por su pastor. La mujer se recuperó favorablemente.

En otro episodio varios trabajadores católicos, me decían en son de queja: “todo me esta saliendo mal”. Mi respuesta inmediata: “hazte milluchar” o “misaisalud” de las muchas veces el consejo son varias las personas que han dado fé testimonial del oficio de tal o cual cura con resultados positivos. Debo confesar que el mismo consejo me lo daban cuando las inspecciones o trabajos de mi área no se cumplían.

Los ritos efectuados en agosto y carnavales propiciada por las empresas y realizada por los trabajadores tienen su efecto en la seguridad industrial y esencialmente en la productividad de la empresa, de ello nos ocuparemos en las próximas cuartillas.

La Paz, 15 de septiembre de 2021

Edgar Jorge Rodríguez Alánez

3081317 – Or