Por Edgar Jorge Rodríguez Alánez

viernes, 14 de octubre de 2016

Ingenieros con abanico de títulos: Foremans de ayer



Ingenieros con abanico de títulos: Foremans de ayer
Por Edgar Jorge Rodríguez Alánez
Para ver el futuro es necesario recordar los acontecimientos pasados, esas acciones ayer ciertamente eran las mismas de hoy con el aditamento de tragicomedia.
En los tiempos neoliberales y crisis de la minería la universidad lanza sus consignas de cierre de las carreras mineras. El cierre obedecía a criterios económicos, sobre todo las de minería y petróleo/gas debieran ser entes de servicios, las reformas introducidas a partir de 1985 convirtieron COMIBOL  y YPFB en esos entes, con la misma faz y pensamiento  ahora actúan dizque cadena productiva.
El cierre de esas carreras generaba gastos y el índice de alumnos por catedrático no tenía su correlato con las condiciones del país. A ello se suma, en especial en ingeniería, “semestres anuales” y/o de dos gestiones anuales en tres años.
Los factores mencionados y los devenires de la democracia hacen que centenares de alumnos se encaminen a universidades como la UMSA, Tomás Frías y San Simón. Los alumnos en esas universidades gozaron de una serie de facilidades, las mismas facilidades se dan en periodos de crisis para generar el movimiento económico, desregulaciones abiertas y una serie de discriminaciones llamadas positivas.
Entre tanto Oruro lidiaba en cumplir a raja tabla, a pesar de discursos cargados de revolución, los objetivos de todos los gobiernos hasta el día de hoy.  Una materia se dicta un semestre otros dos no, los alumnos debían encargarse de buscar alumnos para abrir la cátedra.
El actual senador del MAS Carlos Medinaceli, ha sido funcionario de la Universidad Técnica de Oruro. Lo conocí trabajando en la parte académica, con el abanico ideológico del paso de frentes universitarios  y rectores.
El aparato ideológico ha mantenido la parte académica con todos los “deberes ser”. El mencionado funcionario se ha convertido en rector en varias gestiones. Una continuidad durante aproximadamente cuatro décadas. Esa continuidad refleja la continuidad política y académica, recala en los puertos de incondicionalidad y nula interpelación al estado.
El aparato montado en lo académico se refleja en el desmontaje de una serie de avances, hacia una educación enteramente de servicios. Ese periodo en especial se juega factores académicos y económicos, hoy ese reflejo es una Universidad anodina, sustento y soporte del actual estado.
En la parte académica se ha convertido en un ente, mano de obra calificada capaz de consumir y ser arrendataria de la tecnología venida de afuera y estar al servicio incondicional de cualquier gobierno como lo ha hecho en este tiempo.
La universidad orureña muestra un comportamiento que raya en la negación de lo hecho en tiempos de revolución nacional del 52. Universidad cuyos discursos y publicaciones reflejan interpelaciones a la baja productividad, recomendaciones y análisis en cuanto presupuesto y objetivos nacionales, debates sobre la reforma educativa nacional y otros. Es el contrapeso institucional de la discusión de los actores y entes políticos de ese periodo.
El referente en educación para el desarrollo institucional es el deber ser, de los universitarios. Su referente ambiguo y sin objetivos estratégicos de largo plazo la hecho una institución sin habla ni influencia departamental y/o nacional. Los tiempos electorales han puesto a la universidad en forma institucional al servicio del gobierno, sin la influencia predominante.
Su actuar en ese deber ser ha hecho de la universidad productora de simples capataces. Tan piramidal ayer y hoy, los datos del INE del último censo arrojan de 12 egresados de secundaria tan sólo 4 tienen educación universitaria, 96 personas tan sólo oirán de la U, su silencio y discurso vacío, su actuar de arrimado al poder.
Los reclamos de algunos docentes y alumnos en contra de docentes como Carlos Medinaceli en esas décadas, eran de incumplimiento a clases y falta de experiencia profesional, a tal punto llegó el reclamo estudiantil que hasta ahora se cuentan anécdotas de algunas autoridades y alumnos de sellar  falta en la planilla y corretear funcionarios en los “thimpus” de los mercados, en el disfraz de guardatojo  sin conocer un “tojo”.
Hoy se tiene los mismos problemas, cegados por la niebla de la imposición oficialista. En estas últimas décadas se ha creado una plutocracia seudointelectual, cuyo único actuar es mantener su privilegio de tales.
El rumbo de la minería se refleja en los alumnos salidos de la UTO y su desempeño laboral. Se refleja en los conflictos de los actores mineros los muertos y las persecuciones actuales. En la carencia total de una política minera.
¿Cuál es el derrotero de la U orureña?  Foreman es el capataz de ayer en minería, los ostentosos de títulos universitarios realizan la misma labor de los Foreman en tiempos de un proceso caduco.
Edgar Jorge Rodríguez Alánez
CI 3081317 – Oruro
Telf. 25241924

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