Ingenieros con abanico de títulos: Foremans de
ayer
Por Edgar
Jorge Rodríguez Alánez
Para ver el futuro es necesario
recordar los acontecimientos pasados, esas acciones ayer ciertamente eran las
mismas de hoy con el aditamento de tragicomedia.
En los tiempos neoliberales y
crisis de la minería la universidad lanza sus consignas de cierre de las
carreras mineras. El cierre obedecía a criterios económicos, sobre todo las de
minería y petróleo/gas debieran ser entes de servicios, las reformas
introducidas a partir de 1985 convirtieron COMIBOL y YPFB en esos entes, con la misma faz y
pensamiento ahora actúan dizque cadena
productiva.
El cierre de esas carreras
generaba gastos y el índice de alumnos por catedrático no tenía su correlato
con las condiciones del país. A ello se suma, en especial en ingeniería,
“semestres anuales” y/o de dos gestiones anuales en tres años.
Los factores mencionados y los
devenires de la democracia hacen que centenares de alumnos se encaminen a
universidades como la UMSA, Tomás Frías y San Simón. Los alumnos en esas
universidades gozaron de una serie de facilidades, las mismas facilidades se
dan en periodos de crisis para generar el movimiento económico, desregulaciones
abiertas y una serie de discriminaciones llamadas positivas.
Entre tanto Oruro lidiaba en
cumplir a raja tabla, a pesar de discursos cargados de revolución, los
objetivos de todos los gobiernos hasta el día de hoy. Una materia se dicta un semestre otros dos no,
los alumnos debían encargarse de buscar alumnos para abrir la cátedra.
El actual senador del MAS Carlos
Medinaceli, ha sido funcionario de la Universidad Técnica de Oruro. Lo conocí
trabajando en la parte académica, con el abanico ideológico del paso de frentes
universitarios y rectores.
El aparato ideológico ha
mantenido la parte académica con todos los “deberes ser”. El mencionado
funcionario se ha convertido en rector en varias gestiones. Una continuidad
durante aproximadamente cuatro décadas. Esa continuidad refleja la continuidad
política y académica, recala en los puertos de incondicionalidad y nula
interpelación al estado.
El aparato montado en lo
académico se refleja en el desmontaje de una serie de avances, hacia una
educación enteramente de servicios. Ese periodo en especial se juega factores
académicos y económicos, hoy ese reflejo es una Universidad anodina, sustento y
soporte del actual estado.
En la parte académica se ha
convertido en un ente, mano de obra calificada capaz de consumir y ser
arrendataria de la tecnología venida de afuera y estar al servicio
incondicional de cualquier gobierno como lo ha hecho en este tiempo.
La universidad orureña muestra
un comportamiento que raya en la negación de lo hecho en tiempos de revolución
nacional del 52. Universidad cuyos discursos y publicaciones reflejan
interpelaciones a la baja productividad, recomendaciones y análisis en cuanto
presupuesto y objetivos nacionales, debates sobre la reforma educativa nacional
y otros. Es el contrapeso institucional de la discusión de los actores y entes
políticos de ese periodo.
El referente en educación para
el desarrollo institucional es el deber ser, de los universitarios. Su
referente ambiguo y sin objetivos estratégicos de largo plazo la hecho una
institución sin habla ni influencia departamental y/o nacional. Los tiempos
electorales han puesto a la universidad en forma institucional al servicio del
gobierno, sin la influencia predominante.
Su actuar en ese deber ser ha
hecho de la universidad productora de simples capataces. Tan piramidal ayer y
hoy, los datos del INE del último censo arrojan de 12 egresados de secundaria
tan sólo 4 tienen educación universitaria, 96 personas tan sólo oirán de la U,
su silencio y discurso vacío, su actuar de arrimado al poder.
Los reclamos de algunos
docentes y alumnos en contra de docentes como Carlos Medinaceli en esas
décadas, eran de incumplimiento a clases y falta de experiencia profesional, a
tal punto llegó el reclamo estudiantil que hasta ahora se cuentan anécdotas de
algunas autoridades y alumnos de sellar falta en la planilla y corretear funcionarios
en los “thimpus” de los mercados, en el disfraz de guardatojo sin conocer un “tojo”.
Hoy se tiene los mismos
problemas, cegados por la niebla de la imposición oficialista. En estas últimas
décadas se ha creado una plutocracia seudointelectual, cuyo único actuar es
mantener su privilegio de tales.
El rumbo de la minería se
refleja en los alumnos salidos de la UTO y su desempeño laboral. Se refleja en
los conflictos de los actores mineros los muertos y las persecuciones actuales.
En la carencia total de una política minera.
¿Cuál es el derrotero de la U
orureña? Foreman es el capataz de ayer
en minería, los ostentosos de títulos universitarios realizan la misma labor de
los Foreman en tiempos de un proceso caduco.
Edgar
Jorge Rodríguez Alánez
CI
3081317 – Oruro
Telf. 25241924
No hay comentarios:
Publicar un comentario